Como dice el viejo adagio «Se necesita un pueblo para criar a un niño». En Rainforest Alliance creemos que esta sabiduría se mantiene fiel al sensible tema del trabajo infantil en las fincas. Piense en ello como una gran aldea «global», que reúne a padres, maestros y agricultores, pero también a gobiernos, ONG, empresas y millones de personas que toman mejores decisiones sobre los alimentos y cómo se producen. Todos podemos desempeñar un papel fundamental para garantizar que todos los niños crezcan con dignidad. Entonces, ¿quién está con nosotros?
Por primera vez en dos décadas, ha aumentado el número de niños involucrados en el trabajo infantil. Un nuevo y alarmante informe, publicado por la Organización Internacional del Trabajo y UNICEF, estima que las cifras han aumentado a 160 millones en todo el mundo, un aumento de 8,4 millones de niños en solo cuatro años. También se cree que otros nueve millones de niños están en riesgo debido a los impactos del COVID-19, que provocó el cierre de escuelas en todo el mundo. Lo que no ha cambiado es que la gran mayoría de estos niños trabajan en la agricultura.
No todo el trabajo infantil en las fincas es perjudicial. De hecho, las tareas seguras y apropiadas para la edad, fuera del horario escolar, en la finca de los padres pueden ser una excelente manera para que los niños lleven algo de dinero al bolsillo y adquieran habilidades importantes. Sin embargo, la línea se cruza cuando los niños realizan trabajos peligrosos que pueden dañar su salud o limitar su educación. Por ejemplo, en el sector del cacao, a los niños a menudo se les asignan trabajos extenuantes, como recoger y romper mazorcas de cacao, transportar agua y cargas pesadas.
2021: Año Internacional de la Erradicación del Trabajo Infantil
Dado que 2021 es el Año Internacional de la Erradicación del Trabajo Infantil, tenemos una gran oportunidad de invertir en soluciones sostenibles para acabar definitivamente con el trabajo infantil en las fincas. De nuestra parte, hemos hecho nuestro propio Compromiso contra el Trabajo Infantil para unir a nuestra “aldea global” —los diversos miembros de nuestra alianza en constante crecimiento— para promover la acción coordinada a través de nuestros programas de paisaje, certificación, promoción y más.
6 caminos hacia fincas sin trabajo infantil
¿Entonces, qué puede hacerse? “La prohibición del trabajo infantil se percibe comúnmente como la solución mágica, pero no es suficiente”, dice Kunera Moore, gerente senior de Derechos Humanos y Medios de Vida de Rainforest Alliance. De hecho, nuestros muchos años en la certificación han demostrado que un enfoque punitivo a menudo lleva a los abusos clandestinos. Esto hace que el problema sea aún más difícil de detectar, y mucho menos de resolver.
Por ello, la mejor manera de eliminar el trabajo infantil es abordar sus causas profundas, que van desde la pobreza rural y la aplicación de la ley deficiente hasta las normas tradicionales de género y la falta de acceso a una educación de calidad.
Con esto en mente, aquí están algunos de los caminos que está tomando Rainforest Alliance:
1. Apoyo a los pequeños agricultores mediante la certificación
En África occidental, alrededor de dos millones de pequeños agricultores producen casi el 70 por ciento del cacao del mundo. De estos, hasta un millón trabajan arduamente para implementar nuestros requisitos de certificación recientemente fortalecidos. Nuestro nuevo enfoque de «evaluar y abordar» basado en el riesgo se centra en la prevención, el compromiso y la mejora, con el objetivo de apoyar y alentar a los agricultores a enfrentar los problemas de frente. Es por eso que nuestro Programa de Certificación 2020 introduce nuevos requisitos para que las empresas inviertan en los agricultores con los que nos asociamos.
El año pasado, también lanzamos nuestro nuevo Fondo de Cacao para África de US $5 millones para ayudar a las comunidades agrícolas a implementar nuestros estándares en África Occidental y Central. Tras una convocatoria abierta de solicitudes, la cooperativa Kuapa Kokoo en el sur de Ghana fue uno de los primeros socios seleccionados. Su proyecto ganador establecerá sistemas de protección infantil basados en la comunidad en toda la región de Ashanti y se centrará en proteger a los niños locales del trabajo agrícola peligroso y apoyarlos para que permanezcan y tengan éxito en la escuela.
2. Sensibilización de la comunidad sobre los impactos del trabajo infantil
Cambiar las actitudes de la comunidad sobre el trabajo infantil, especialmente a través de una mayor conciencia de sus impactos dañinos en el desarrollo de los niños, tiene un impacto mucho mayor (y más duradero) que los enfoques basados en castigos o multas. Y en nuestra experiencia, los Comités de Protección Infantil dirigidos por la comunidad son una de las herramientas más efectivas para cambiar las normas culturales, especialmente cuando se involucran figuras respetadas de las autoridades locales.
En África Occidental, junto con Child Rights International, nos asociamos con la cooperativa de cacao Kokoo Pa para establecer comités en 218 comunidades agrícolas en las regiones de Ashanti, Brong-Ahafo y el oeste de Ghana. Los miembros del comité han sido capacitados para identificar y denunciar casos de trabajo infantil al Departamento de Bienestar Social, y también para abordar otras cuestiones relacionadas con los derechos de los niños, especialmente las que enfrentan las niñas, como el embarazo en la adolescencia, la deserción escolar y la violencia de género. En los dos primeros años de la iniciativa, se resolvieron con éxito 146 casos de trabajo infantil, y las familias recibieron apoyo de seguimiento para reinscribir a los niños en la escuela. Otros 400 casos de protección infantil también se resolvieron mediante la educación y asesoramiento a hijos y padres.
3. Trabajar con maestros de Uganda para mantener a los niños en la escuela
Todos sabemos lo importantes que son los maestros para la crianza de mentes jóvenes brillantes. Y en comunidades agrícolas remotas y empobrecidas donde los riesgos de trabajo infantil son altos, los educadores están en una posición única para ayudar. En Uganda, nos asociamos con el Sindicato Nacional de Maestros para capacitarles en identificar las señales de advertencia (como las ausencias de los estudiantes) y tomar medidas de seguimiento rápidas.
Los estudios muestran que a mayor tasa de educación superior menos casos de trabajo infantil en las fincas, pero en Uganda, hasta el 50 por ciento de los niños no completan su educación primaria. Para animar a los estudiantes y dar rienda suelta a sus talentos internos, hemos establecido clases de apoyo y recuperación, así como clubes extracurriculares para deportes, debates y teatro. Como observa nuestro líder del equipo de Uganda, Rashida Nakabuga, «Los niños vienen a jugar, pero se quedan para aprender». De hecho, en solo tres años, el programa, que opera en 27 escuelas primarias de la región cafetera del Nilo Occidental, ha generado un aumento de la matrícula, menores tasas de deserción y, lo que es más importante, un mucho mayor apoyo de los padres a la educación.
4. Invertir en las mujeres en Costa de Marfil
Pregúntele a cualquier experto en sostenibilidad y le dirá que el empoderamiento de las mujeres es una marea creciente que levanta todos los barcos. Por ejemplo, las mujeres suelen destinar una mayor proporción de sus ingresos a sus familias que los hombres. Esto trae toda una ola de impactos positivos para la protección de la niñez, desde una mejor atención médica hasta mayores tasas de asistencia escolar. Pero para que esto suceda, las mujeres rurales primero deben tener acceso a los mismos recursos, capacitación y oportunidades que los hombres.
En Costa de Marfil, junto con la ONG local Orassur, hemos creado Asociaciones de Ahorro y Préstamo de Aldeas (AAPA) en 22 comunidades productoras de cacao en el este y el suroeste. Desarrolladas en conjunto con los Comités de Trabajo Infantil basados en la comunidad, estas asociaciones promueven actividades generadoras de ingresos entre sus miembros, con un fuerte enfoque en las mujeres, que a menudo no tienen acceso independiente a la financiación. Las AAPA también ayudan a los miembros a administrar un fondo de educación para cubrir el costo de las cuotas escolares de sus hijos.
5. Influir en la acción gubernamental sobre el trabajo infantil
La acción del gobierno puede contribuir en gran medida a garantizar que los niños de las zonas rurales estén protegidos contra daños. Nuestros equipos de defensa locales y globales solicitan a los gobiernos nacionales que fortalezcan el apoyo a las comunidades rurales y hagan cumplir las leyes laborales. También piden a los organismos internacionales, como la Unión Europea, que promulguen una legislación de responsabilidad corporativa que exija a las empresas que prevengan y respondan a los abusos de los derechos humanos en sus cadenas de suministro.
Rainforest Alliance también apoya las políticas gubernamentales para garantizar el acceso a una educación gratuita y de calidad. Esto brinda a las comunidades rurales, que a menudo no pueden pagar las cuotas escolares, una alternativa viable para desalentar a los niños a trabajar. Por ejemplo, en Costa de Marfil, los funcionarios gubernamentales han asumido un papel de liderazgo en los comités distritales de protección de la infancia que hemos establecido en asociación con la ONG Afrique Secours et Assistance. Al trabajar juntos, hemos liderado campañas exitosas para sensibilizar a los productores de cacao sobre las formas peligrosas de trabajo y permitido a los padres obtener certificados de nacimiento para sus hijos (que son necesarios para la inscripción escolar). Este es un comienzo prometedor, especialmente porque iniciativas similares en Uganda han demostrado que la aceptación inicial del gobierno local puede conducir a una mayor inversión en educación y protección infantil en el futuro.
6. Asociación con empresas para poner fin al trabajo infantil en las fincas
Rainforest Alliance apoya a muchas de las empresas más grandes del mundo en sus compromisos de sostenibilidad para poner fin al trabajo infantil en las fincas, desde sistemas rigurosos de gestión de riesgos, monitoreo y remediación a través de la certificación hasta proyectos de innovación sectorial que se enfocan en temas estrechamente relacionados, como la pobreza rural. Por ejemplo, las empresas pueden ayudar a los agricultores a obtener ingresos para vivir apoyándolos en la adopción de técnicas de cultivo respetuosas con la naturaleza que, como se ha demostrado, aumentan los rendimientos y crean mejores medios de vida. La plantación de árboles de sombra, por ejemplo, ayuda a los productores de cacao y café a desarrollar resiliencia a los impactos del cambio climático como la sequía, que puede provocar cosechas fallidas. Y si se plantan árboles frutales (como el aguacate), los agricultores también pueden vender la fruta y obtener fuentes de ingresos adicionales.
También nos asociamos con varias empresas en iniciativas paralelas para sacar a los niños de las fincas y llevarlos al aula. Por ejemplo, en Turquía, nuestro socio a largo plazo, Durak Hazelnuts, dirige un fantástico programa de escuela de verano para los hijos de trabajadores migrantes estacionales que viajan a la costa del Mar Negro cada agosto para la cosecha de avellanas. Se enseñan matemáticas, ciencias y lectura, pero la diversión es lo principal del plan de estudios con mucho tiempo reservado para deportes y manualidades creativas.
Una “llamada de atención»
El reciente aumento de casos de trabajo infantil en todo el mundo es amargamente descorazonador, y tanto más cuanto revierte la anterior tendencia a la baja que vio caer el número de trabajadores infantiles en 92 millones entre 2000 y 2016. Pero como muestran las experiencias de nuestra “aldea global”, se pueden lograr grandes avances. “La Organización Internacional del Trabajo ha llamado con razón a este momento una llamada de atención”, dice Kunera Moore. «Así es que este también sea un punto de inflexión, uno en el que reconozcamos lo crucial que es para las empresas tomar medidas, y donde todos damos un paso al frente para hacer nuestra parte».