Desde las faldas de los Andes a las serranías de Camerún, Rainforest Alliance ayuda a proteger algunos de los paisajes más importantes (y amenazados) del mundo. ¿Cuál es el secreto de nuestro éxito?: garantizar que nuestros programas den a conocer la voz de quienes llaman hogar a estos extraordinarios lugares.
Bosques antes prístinos ahora talados y quemados, ríos y lagos ahogados con productos químicos, humedales convertidos en tierras de cultivo: las actividades humanas están cobrando un alto precio en nuestra naturaleza, con consecuencias alarmantes para la estabilidad climática y la propagación de enfermedades transmitidas por la fauna silvestre. Pero no tiene por qué ser así.
Los pueblos indígenas, por ejemplo, cuidan de casi una cuarta parte de las tierras del mundo y logran resultados de preservación realmente asombrosos mientras gestionan los recursos naturales de acuerdo con sus necesidades. De manera similar, Rainforest Alliance lleva mucho tiempo trabajando para promover la salud de los ecosistemas de forma que se fomenten los derechos y la prosperidad de las comunidades agrícolas y forestales, y viceversa. A través de nuestro programa de capacitación y certificación, ayudamos a más de dos millones de agricultores a adoptar prácticas de cultivo más sostenibles (como la plantación de árboles de sombra) que pueden contribuir a incrementar la resiliencia al cambio climático y a mejorar los rendimientos, al tiempo que nutren la tierra. Pero nuestras ambiciones no terminan ahí…
Un enfoque colaborativo para la gestión del paisaje
Si deseamos que los ecosistemas de la Tierra sigan proveyendo alimento, agua y almacenamiento esenciales de carbón, junto con oportunidades para tener medios de vida asegurados y dignos para las poblaciones rurales), debemos emprender acciones a una escala sin precedentes. Rainforest Alliance encabeza la ambiciosa coalisión global 1000 Landscapes for 1 Billion People (1.000 Paisajes para Mil Millones), cuyo objetivo es promover paisajes y comunidades rurales prósperas.
Este compromiso se basa en nuestra misión de impulsar la transformación hacia la sostenibilidad más allá de las fincas individuales y bosques y paisajes enteros, que abarcan desde decenas de miles hasta millones de hectáreas. El enfoque que empleamos, conocido como Gestión Integrada del Paisaje, se puede definir de muchas formas, pero en última instancia es esencialmente la participación de la comunidad. Ayudamos a las comunidades rurales a crear asociaciones dinámicas relacionadas con el paisaje que reúnan a todos los usuarios de la tierra (agricultores, empresas forestales, líderes locales, empresas y gobiernos) para afrontar desafíos complejos, y a menudo interrelacionados, que van desde el cambio climático y la restauración de los ecosistemas hasta los derechos humanos. Estos desafíos son a menudo demasiado grandes para enfrentarlos solos.
Aquí la clave es la participación de la comunidad. Los agricultores y las comunidades rurales, particularmente las mujeres y los jóvenes, son por lo general marginados de los procesos de toma de decisiones que afectan directamente a sus vidas. Un enfoque paisajístico integrado puede ayudar a abordar este desequilibrio alzando las voces marginadas y fortaleciendo a los grupos locales, como las cooperativas y las asociaciones de pequeños productores.
Movilizar nuestra alianza en favor de paisajes y comunidades
Al disponer de personal en más de 30 países (y con socios que van desde agricultores y comunidades forestales hasta empresas, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil) Rainforest Alliance posee el alcance global y la experiencia necesaria para establecer asociaciones sólidas y duraderas en muchos de nuestros paisajes de importancia crítica.
A continuación, cuatro ejemplos inspiradores de nuestra alianza en acción:
Detener la deforestación en la Reserva de la Biosfera Maya de Guatemala
En Guatemala, nuestras comunidades asociadas en la Reserva de la Biosfera Maya (la mayor selva tropical al norte del Amazonas) han mantenido una tasa de deforestación virtualmente nula durante casi 20 años. Se trata de un logro espectacular si se tiene en cuenta que las zonas circundantes sufren una de las mayores tasas de deforestación de América. El secreto: un enfoque de gestión integrada del paisaje conocido como silvicultura comunitaria.
Nueve comunidades han recibido derechos de gestión por 25 años cada una sobre concesiones forestales vecinas, que cubren unas 353.000 hectáreas. En resumen, se les permite ganarse la vida con la madera y otros productos forestales valiosos, como las nueces de ramón y hojas de xate siempre y cuando lo hagan en armonía con la naturaleza. Solo se extrae un árbol por hectárea cada cuarenta años y, durante el proceso de extracción, se recogen semillas de árboles del suelo del bosque para ayudar así a regenerar las zonas arrasadas por la deforestación fuera de las concesiones. Las comunidades también patrullan en busca de incendios y reinvierten sus ganancias en sistemas de alerta de incendios y brigadas locales de bomberos. Los resultados hablan por sí mismos: menos del dos por ciento de los incendios forestales que se producen en la reserva ocurren en las concesiones. En total, las concesiones sustentan a más de 100 empresas locales, que generan más de 12.000 puestos de trabajo y millones de ingresos anuales.
Mejorar la resiliencia climática mediante la reforestación en Ghana
Ghana está perdiendo su selva tropical más rápido que cualquier otro país del mundo. La causa principal es la expansión agrícola del cacao, un cultivo comercial vital que sustenta los medios de vida de unos 800.000 pequeños agricultores. No obstante, después de participar en las capacitaciones de Rainforest Alliance, los cacaocultores en Juabosa-Bia se motivaron por regenerar su paisaje. Junto con nuestro equipo de Ghana, los miembros de 36 comunidades agrícolas (que cubren 29.000 hectáreas) unieron fuerzas con funcionarios del gobierno, comerciantes de cacao y fabricantes de chocolate para constituir la Junta de Gestión del Paisaje (LMB) dirigida por la comunidad.
En los últimos diez años, la Junta ha liderado los esfuerzos locales de reforestación y ha plantado cerca de 60.000 plántulas de árboles en zonas anteriormente degradadas. Sus miembros también han cultivado miles de árboles de sombra jóvenes en fincas locales de cacao, alimentando sistemas agroforestales prósperos que pueden ayudar a los agricultores a aumentar su resiliencia frente a los efectos del cambio climático, como el calor excesivo y las lluvias imprevisibles. Los efectos de estas iniciativas son tales que cambian la vida. A causa de la deforestación, el agua solía desaparecer de los ríos durante la estación seca, recuerda Elijah Owusu-Cashiekrom, presidente de la unidad de gobernanza forestal de la Junta de Gestión del Paisaje, pero tras plantar árboles en las riberas, «los ríos fluyen todo el año, como solían».
Las mujeres asumen el liderazgo en las serranías de Camerún
Los estudios demuestran que cuando las mujeres rurales acceden en igualdad de condiciones a los derechos sobre la tierra, a la financiación y a la formación, los resultados son extraordinarios. «Es una ecuación sencilla», explica Nadège Nzoyem, nuestra directora de África Central, «Mujeres fuertes es igual a comunidades y paisajes fuertes». Es por ello que Rainforest Alliance está forjando una nueva y emocionante alianza del paisaje con productoras en las serranías al oeste de Camerún.
Históricamente, los bosques de la región eran valorados como lugares sagrados para los rituales tradicionales. Protegidos por los usos y costumbres, los bosques prosperaron, manteniendo los medios de vida y dando cobijo a los grupos de gorilas de montaña. Pero hoy en día, la deforestación sin control lo amenaza todo. Inspirado por el éxito de la Junta de Gestión del Paisaje de Juabosa-Bia en Ghana, nuestro equipo de Camerún está ayudando a establecer una asociación similar para la supervisión de la gestión forestal en las Serranías Occidentales. Uno de los objetivos fundamentales es garantizar la igualdad de oportunidades de liderazgo para las mujeres en todos los niveles de la junta de gestión del paisaje. Esto, a su vez, ayudará a abrir nuevas oportunidades económicas para otras mujeres de la comunidad, oportunidades que van desde respaldar a las agricultoras para que adopten prácticas de cultivo más sostenibles hasta inspirar a las empresas dirigidas por mujeres (que elaboran productos forestales como la miel, frutas y especias) para que desarrollen sus negocios de forma responsable.
Diversificación de los medios de vida rurales en la Amazonia Peruana
San Martín es una región de belleza inaudita, enclavada en el corazón de la amazonia peruana y las laderas de los Andes. Rainforest Alliance trabaja con más de 7.000 agricultores locales de café y cacao para fomentar métodos de cultivo más sostenibles que mejoren el rendimiento de sus cultivos y la salud del terreno. También trabajamos con las comunidades indígenas para diversificar las economías locales de forma que se protejan los bosques de San Martín. En Yurilamas, por ejemplo, nos hemos asociado con el pueblo Quichua, que reservó la impresionante cantidad de 26.000 hectáreas de sus tierras para la conservación de los bosques. Otras 7.000 hectáreas se destinan al cultivo no solamente del cacao, sino también de plátanos, frijoles, cacahuates y yuca, entre otros. Juntos trabajamos para crear un mercado de sangre de grado (o «sangre de dragón») recolectada de forma responsable, una forma de látex natural que se extrae de los árboles del mismo nombre y que se emplea en muchos medicamentos.
Rainforest Alliance está ampliando este éxito para mejorar la gestión de la tierra en toda la provincia de Lamas. Junto con nuestros socios comunitarios, estamos reuniendo a los líderes locales, empresas y la autoridad peruana en materia de bosques y vida silvestre (SERFOR) para desarrollar un plan de acción de paisaje destinado a hacer frente a la deforestación y atraer la inversión del sector privado en las empresas locales que respaldan los bosques saludables.